miércoles, 25 de mayo de 2011

rio sena



El río Sena es uno de los ríos principales y vía de agua comercial de las regiones de Isla de Francia y Alta Normandía en Francia. Nace a 470 msnm en el departamento de Côte-d'Or y desemboca en forma de estuario en El Havre, en la bahía del Sena, después de haber pasado por ciudades como Troyes, París o Ruán. En la capital francesa, los recorridos en los típicos bateaux- mouche por el Sena, con vistas a las orillas izquierda y derecha de la ciudad, son una atracción turística.
Hay cerca de tres docenas de puentes sobre el río Sena en París y otros muchos cruzando el río fuera de la ciudad. Entre los ejemplos parisinos están el Pont Louis-Philippe y el Pont Neuf, este último se remonta al año 1607. Fuera de la ciudad están el Puente de Normandía, uno de los más largos puentes atirantados del mundo, que une Le Havre con Honfleur.
El Sena se draga, y buques transatlánticos pueden atracar en Ruán, a 120 kilómetros del mar. Las barcas comerciales pueden utilizar el río desde Bar-sur-Seine, a 560 kilómetros de su desembocadura. En París, el "río" queda a sólo 24 msnm, a 445 kilómetros de su desembocadura, haciéndole fluir lento y así resulta fácilmente navegable. Tiene 776 kilómetros de largo y fluye desde el continente hacia el Océano Atlántico.
La sección del río sensible a las mareas, desde Le Havre hasta más allá de Ruán, es seguida por una sección canalizada con cuatro grandes esclusas múltiples hasta la desembocadura del río Oise en Conflans-Sainte-Honorine. Entonces otras dos esclusas múltiples en Bougival/Chatou y en Suresnes alzan los barcos al nivel del río en París, donde se ubica la desembocadura del río Marne. Corriente arriba de París más esclusas aseguran la navegación a Saint Mammès (donde desemboca el Loing). A través de una octava esclusa se alcanza el río Yonne en Montereau. De la desembocadura del Yonne, naves más grandes pueden continuar remontando el Sena hasta Nogent-sur-Seine. Desde allí en adelante, el río sólo es navegables para embarcaciones pequeñas. Toda forma de navegación acaba precipitadamente en Marcilly-sur-Seine, donde el antiguo Canal del Alto Sena solía permitir que las embarcaciones continuaran hasta Troyes. Este canal se ha abandonado durante muchos años.[1]
Hasta que se instalaron las esclusas para elevar artificialmente el nivel del río en los años 1800, el río era mucho menos profundo, y consistía sólo de un pequeño canal de flujo continuo bordeado por riberas arenosas, representado en muchas ilustraciones de la época. Actualmente la profundidad se controla estrechamente, lo que permite que esté el cauce lleno de agua, de flujo lento normalmente, pero más rápido tras períodos de lluvia intensa. Hay unas presas especiales corriente arriba que ayudan a mantener un nivel constante del río a través de la ciudad, pero puede haber incrementos del nivel del río en períodos de extrema pluviosidad.
Un gran incremento del nivel del río ocurrió en enero de 1910 y produjo amplias inundaciones a través de la ciudad. El Sena de nuevo se alzó a niveles amenazantes en los años 1924, 1955, 1982 y 1999-2000.[2] Después de una alerta de inundación de primer nivel en 2003, alrededor de 100.000 obras de arte fueron trasladadas fuera de París, la mayor recolocación de arte desde la Segunda Guerra Mundial. Gran parte del arte de París se mantiene en almacenes subterráneos que podrían inundarse.[3] Un estudio de 2002 elaborado por el gobierno francés afirmó que la peor de las posibilidades en caso de inundación del Sena costaría 10.000 millones de euros, cortar el servicio telefónico de un millón de parisinos, dejar a 200.000 sin electricidad y a 100.000 sin gas.[4]
[editar] Calidad del agua
Periódicamente, los sistemas de alcantarillado de París, experimentan un fallo conocido como desbordamiento de alcantarillas sanitario, a menudo en épocas de lluvia intensa. En estas condiciones, las aguas residuales sin tratar se vierten directamente al Sena.[5] Como resultado se produce un déficit de oxígeno, causado principalmente por la bacteria alóctona de tamaño más grande que un micrómetro. La actividad específica de esta bacteria de aguas residuales es típicamente de tres a cuatro veces mayor que la de la población bacteriana autóctona. El nivel de pH del Sena medido en el Pont Neuf alcanza 8,46.[6]

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